Este es un llamado a las mujeres que luchan todos los días por su autonomía, por justicia e igualdad. Un llamado a las mujeres que resisten desde sus barrios, ciudades y países a la ofensiva conservadora que impide que avancemos en nuestros derechos y que imprime retrocesos a lo que ya conquistamos.
Los días 26, 27 y 28 de septiembre, estaremos en la Primavera por el derecho al cuerpo y la vida de las mujeres, una actividad que es parte de la 4ª acción internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. ¡Serán 3 días de intercambio, formación, cultura y movilización feminista, en los que estaremos mujeres de la región sur de Brasil, Uruguay y Argentina para fortalecer nuestras luchas por autonomía!
La “Primavera” tendrá como punto fuerte la lucha por el derecho al aborto, una de las prácticas de las mujeres que recibe hoy los mayores ataques conservadores y reaccionarios. En la mayor parte de nuestros países, las mujeres somos consideradas criminales por decidir si queremos ser madres y cuándo. Compartimos la realidad de clandestinidad, pero la criminalización y los riesgos a la salud recaen sobre las que están expuestas a la falta de atención y a métodos inseguros, sobre todo las mujeres pobres y negras.
¡Sabemos que el ataque al derecho al aborto es una expresión del ataque más general a la autonomía y a la vida de las mujeres!
En nuestra lucha por autonomía, afirmamos que somos nosotras, desde nuestras experiencias, realidades y deseos quienes tenemos que decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Denunciamos los intentos del poder médico de tener más poder sobre nuestras vidas que nosotras. En cada uno de nuestros países eso se expresa en distintos niveles: desde la imposición de hormonas y medicamentos que artificializan los procesos de nuestros cuerpos, o que controlan nuestro comportamiento en un intento de adecuarnos a un modo de ser mujer que no nos conviene, hasta el poder de juicio que los médicos tienen cuando denuncian como criminales a las mujeres que llegan a las instituciones de salud necesitando de atención y cuidado, o cuando los médicos tienen legitimado ese poder a través de la figura de la objeción de consciencia.
Nuestra lucha por autonomía involucra el derecho de decidir sobre cómo queremos vivir nuestra vida y sexualidad. Rechazamos el modelo de familia nuclear impuesto por la sociedad patriarcal y capitalista como un modelo de familia legítimo. Nos desafiamos a construir lazos de amor y afectividad a partir de nuestros deseos y prácticas.
Sabemos que la heteronormatividad es un de los pilares que sostiene la división sexual del trabajo, sea en el ámbito doméstico o en la organización de la economía orientada a la producción en el mercado con base en la desigualdad. Defendemos una economía orientada al cuidado de la vida, y eso implica el reconocimiento y la redistribución del trabajo doméstico y de cuidados como fundamentales para la sustentabilidad de la vida. Frente a una lógica económica que solo considera los números y el crecimiento como indicador de desarrollo, alertamos sobre las políticas de ajuste que buscan mantener las ganancias a costa de más precariedad para nuestras vidas y nuestro trabajo, y más sobrecarga de las mujeres dentro de los hogares para mantener condiciones de vida digna.
Somos mujeres negras enfrentando al prejuicio y la violencia racista. Nuestros cuerpos son hipersexualizados en los medios masivos de comunicación y productos culturales, mientras en la periferia somos blanco potencial de la policía. Afirmamos nuestra resistencia comunitaria y militante frente a la sociedad que solo nos considera como mercancías, estadísticas de acoso, violación y violencia.
Desde nuestros países, estamos juntas en la lucha por el fin de todas las formas de violencia sexista y del feminicidio. Nos sumamos a las mujeres que están alertas y salen a las calles para decir “Ni una menos”.
En la construcción de la Primavera del derecho al cuerpo y la vida de las mujeres, queremos contribuir al florescer de nuestra autonomía, desde el intercambio, la articulación y el fortalecimiento de nuestras luchas feministas.
¡Seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres!
La Primavera del derecho al cuerpo y la vida de las mujeres:
Llamamos a las mujeres que están en movimiento en Brasil, Uruguay y Argentina para participar activamente de esta acción internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. La acción ya pasó por diversas regiones, en donde buscamos fortalecer la lucha de las mujeres en defensa de sus territorios, sus cuerpos y su trabajo. En los estados brasileños de Tocantins y Minas Gerais, fortalecemos la lucha de las mujeres frente a los avances del capital sobre los territorios, sobre todo de las empresas del agronegocio y la minería. Este también fue el eje que nos unió a mujeres de los países del Cono Sur en Buenos Aires. En Vale do Ribeira, São Paulo, las mujeres denunciaron la mercantilización de la naturaleza y afirmaron su proyectos y prácticas de agroecología, economía feminista y solidaria. En Paraíba y Pernambuco, el eje fue la autoorganización de las mujeres frente a la impunidad de la violencia y los feminicidios que marcan la realidad de la región. Y en Río de Janeiro, las mujeres organizaron una acción de intercambio sobre la realidad de militarización y violencia policial que viola los derechos de la población, fundamentalmente negra, que vive en las periferias urbanas.
La Primavera por el derecho al cuerpo y la vida de las mujeres da continuidad a ese recorrido, poniendo en el centro la lucha por la autonomía sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, por el derecho al aborto, el derecho a la sexualidad libre y a una vida sin violencias.
Desde la Marcha Mundial de las Mujeres de Río Grande do Sul, elegimos la frontera con el Uruguay para que podamos fortalecer nuestras luchas desde realidades tan distintas pero que comparten desafíos comunes, como el enfrentamiento al poder médico y la lucha para que nuestra autonomía sea verdaderamente respetada por el Estado y la sociedad.
La programación cuenta con paneles generales de formación feminista, el día 26, talleres y actividades autogestionadas y culturales el día 27, intervenciones urbanas y movilización pública el 28.
La estructura está basada en la autogestión, y las participantes se quedarán en un alojamiento, por lo que es necesario llevar sábanas y colchonetas.
Es una actividad abierta a la participación de mujeres que tienen en común la lucha feminista. Más informaciones: http://www.mmm-
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